El hombre y la Naturaleza, hoy
Desde hace millones de años, el ser humano "bajó" de los árboles y colonizó literalmente toda la tierra que podía ser avistada en el horizonte, superando barreras geográficas, en principio, casi infranqueables como ríos, mares, desiertos y hasta abismos, y en la actualidad lo sigue haciendo, buscando no dejar ningún espacio sin descubrir o sin explotar, en su afán de buscar recursos para subsistir, inicialmente, y luego, para someterlos a las reglas del modo de producción vigente: el capitalismo.
La relación del ser humano, que resultaría ser la cumbre de la creación o de la evolución, según la religión o según la ciencia, con su entorno, no ha sido nada amigable, por decirlo de algún modo.
El hombre, en la prehistoria, para alimentarse, se "recurseó" eliminando físicamente manadas enteras de mamuts o de bisontes, o de cualquier otro ser vivo; luego, en el neolítico con la invención de la agricultura sometió a la tierra, para hacerla cultivable, a un proceso de continua deforestación, que como acción, realiza hasta la fecha en selvas y tierras vírgenes, con fines agroindustriales; cultiva en el desierto plantas que consumen demasiada agua como los espárragos y acaba con las napas freáticas y ríos subterráneos, reservas de agua que podrían servir para seres humanos y animales; extrae ingentes cantidades de peces, hasta ponerlos al borde de la extinción, muchas veces ilegalmente rompiendo vedas o pescando con permisos basados en informes que falsifican los datos relativos a la biomasa de la anchoveta o del jurel; explora y explota territorios buscando combustibles fósiles, pero primero sometiendo el paisaje a cambios drásticos e irreversibles, aplicando dinamita y nitroglicerina para mapear sónicamente el terreno en busca de depósitos de petróleo o gas; y, finalmente instalando campamentos y perforando incesantemente, hasta agotar el contenido de las reservas existentes; entre otras acciones meritorias de su creatividad e ingenio, típicamente humanos.
Sí, todo esto hace el ser humano, y mucho más.
Pero, una de las leyes básicas del universo es la ley de acción y reacción. Lo que hacemos, sin prevención y sin cuidados, tiene tormentosas y terribles consecuencias. Hemos de decir que esto es excesivo, y ha producido lo que denominamos CAMBIO CLIMÁTICO, que desde hace 150 años, más o menos, desde los albores de la era industrial, el ser humano ha contaminado con gases y desechos el aire, la tierra, los ríos y el mar, de modo que hasta en los glaciares de la Antártida existen rastros de contaminación; en los peces que nos alimentan han descubierto microfibras de plástico y hasta se ha vuelto irrespirable el aire de urbes como Pekín y Ciudad de México, entre otras perlas.
Y, para cerrar esta página, cuestionaría:
¿Acaso no tenemos fríos y calores más intensos? ¿Veranos que duran mucho más? ¿la aparición de El Niño imprevista y duraderamente, muchas más veces que lo normal?