lunes, 22 de junio de 2020

De monumentos, estatuas, asesinos, víctimas y verdaderas conmemoraciones.




I

Estatua es una obra o pieza escultórica que imita una efigie humana, de pie, sentada o a caballo - en este último caso se llama ecuestre – y casi siempre las estatuas son conmemorativas, digo esto porque en cuánto a los moais de la Isla de Pascua no estoy seguro de que rindan homenaje a algo o a alguien en particular. Lo que si sé es que los gobiernos nacionales o locales para perpetuar ciertas hazañas o virtudes de algunos de sus ilustres miembros, han solicitado bustos y estatuas, a sus mejores artistas o los han confiado a talentos en el extranjero y, por ésta razón, las ciudades terminaron repletas de estatuas, que pillastres, tan abundantes en la burocracia de este país, compraban a precio de remate en depósitos de ayuntamientos que prescindieron de esos encargos tan onerosos por diversas razones. Una – se me ocurre - tal vez sea porque descubrieron la inutilidad e impertinencia de colocar el bulto en determinado espacio público pues o se trataba de un carnicero de alguna guerra desigual o de un redomado traficante de seres humanos, elevado a la condición de Héroe nacional.
Moais en la Isla de Pascua


II

Tal como nos señala Wikipedia: “Las estatuas han sido un elemento constante en muchas culturas y sociedades. Con ellas, imitando modelos reales, se intenta evocar a dioses, personajes, o conceptos como la libertad y la justicia”…. casi siempre, porque desde que el mundo es mundo hemos sido testigos de que no siempre se han logrado plasmar auténticos deseos humanos, deseos que aunque han terminado encarnándose en materiales semejantes a la piedra como mármoles y alabastros, calizas y granitos, metales como el hierro y hasta aleaciones como el bronce, han sido cuestionados siempre en la forma y nunca en el fondo. Podemos colocar o incorporar cualquier monolito a una calle o avenida o parque, si quisiéramos, siempre que sea en un espacio público. Es como depositar en una urna, y no en una caja de galletas - como en la producción nacional Viejos Amigos -, las cenizas de un ser querido y mantener ese recuerdo cerca de uno, en una singular ermita construida en un también singular jardín.
Escena de la producción nacional "Viejos amigos" 


III

Algunas construcciones humanas, verdaderas moles de concreto, vidrio y acero o algunos también ciclópeos monumentos de piedra en el desierto, han tenido parecida finalidad, perpetuar la gloria de un personaje, una idea o un acontecimiento. Diversos acontecimientos le han ganado al olvido porque tenemos, para recordarlos, verdaderos recordatorios de las miserias y egoísmos que los motivaron o de los verdaderos avales morales que los inspiraron. Como aquel cementerio que guarda los restos de la casi totalidad de los componentes del Séptimo de Caballería que fue derrotado y casi aniquilado por una coalición de pueblos originarios en unos lejanos 25 y 26 junio de 1876, en la batalla de Little Big Horn y no en la llamada zona Rayos X. Los faraones egipcios solían perpetuar su memoria, mudándose bien muertos a cómodas cámaras funerarias, con sus criados de confianza, diseñadas ex profesamente en el interior de pirámides y mastabas; y hasta de las derrotas intentamos eternizar ciertos valores de los militares de ayer que los de hoy no tienen, cuando rendimos veneración a los monumentos a Bolognesi, al Brujo de los Andes, a la batalla del Dos de Mayo, etc.
Monumento a Caballo Loco, vencedor en Little Big Horn

IV

No siempre hemos sido testigos de la destrucción de edificios representativos, como aquellas Torres Gemelas que encarnaban la codicia del sistema capitalista mundial, pues allí la mano invisible del mercado mundial ponía los precios de toda la producción de nuestros pobres países. El café, el arroz y hasta los limones, encontrarán su precio de referencia, su precio de mercado, en el lugar físico que ya reemplaza al World Trade Center; entonces, exactamente, así como se reconstruyeron las aldeas que fueron quemadas por el napalm en Vietnam, igualmente esos edificios tuvieron su reemplazo, porque el mundo tiene que seguir funcionando, hecho que Jorge Lavat, en el poema Desiderata, nos advierte siempre que lo escuchamos, muy amablemente, “indudablemente, el universo marcha como debiera”.
Aldea vietnamita arrasada con napalm norteamericano

V

A lo que quería llegar era a que después de certificar que hay un movimiento de repulsa mundial al asesinato de un ciudadano norteamericano, poco o nada sirve a la memoria el hecho de que el sistema haya premiado a algunos de su color, del color del asfixiado, con cargos muy importantes como la Secretaría de Estado o la Consejería de Seguridad Nacional, en tiempos de George Baby Bush, y que entre ambos funcionarios de color hayan impulsado la destrucción de Iraq y del Medio Oriente, mintiéndole a la ONU respecto de la existencia de armas de destrucción masiva, u ordenando el secuestro de ciudadanos para luego ir sembrándolos en cárceles clandestinas regadas por todo el mundo, donde los torturaban, y luego los desaparecían o al final, eran mostrados con monos naranja, muy fujimoristas, en la prisión que tienen en el territorio robado de Guantánamo. O que, entre las tropas que acudieron a Detroit a reprimir los disturbios que ocasionó el asesinato de Martin Luther King o aquellas que, entusiastamente, salieron a pisotear países y pueblos como Panamá en 1989, había ciudadanos del color de George Floyd. Agreguemos que, la mayoría de los votantes del Partido Demócrata son ciudadanos de color y que al apoyar a este partido, que solamente se distingue del Partido Republicano por su política interna, también apoyan invasiones, masacres, bloqueos económicos que asfixian pueblos, y hasta políticas de represión y hambre que no cesan de aplicar a los haitianos, por ejemplo, que son el pueblo más desamparado de América.
Estatua de Colón, derribada en Minneapolis

VI

Creo que en El Periódico catalán, leí una nota que refería una especie de fiebre episódica en las muchedumbres actuales que les impulsaba a derribar estatuas de personajes, que nos parecían insignes y hasta patriotas, por ser culpables de racismo o la ejecución de una carnicería en nombre de políticas racistas y coloniales, lo uno va con lo otro. ¿Sería desproporcionado solicitar que las estatuas de D´Annunzio sean desmontadas de sus pedestales por su participación en la fundación y gobierno del Fiume, hechos que luego inspirarían al Duce? Definitivamente, sí. Pero, hay hechos que, sin lugar a dudas, merecen reprobación eterna y sus autores no deben estar registrados ni en notas necrológicas y menos figurar en los libros de historia. De ninguna historia. Las credenciales del monje guerrero Fray Andrés de Urdaneta, quien fuera lugarteniente del sanguinario alto y rubio conquistador Pedro de Alvarado, han sido suficientes para que se le envíe al alcalde de la localidad vasca de Ordizia una petición que va en ese sentido. Retirar la estatua de un cura que aparece como un misionero desarmado con dos nativos emplumados, en el conjunto escultórico, situado en la Rotonda del Ayuntamiento de la ciudad donde es hijo predilecto, sería un acto de justicia. Ni el Tornaviaje, de Filipinas a España, ni los descubrimientos de nuevas tierras pesan más que las calamidades que causó a los indígenas. Más aún, cuando en el País Vasco ejecutan muy bien la Ley de Memoria Histórica, según aluden los autores de la epístola, y porque Urdaneta y otros carniceros debieron tener perfectas noticias de las Leyes de Burgos sancionadas el 27 de diciembre de 1512, que surgieron por la preocupación de la Corona por el trato a los indígenas, que fue denunciado por los padres dominicos. Fray Antonio de Montesinos pronunció un poderoso sermón el cuarto domingo de Adviento de 1511, en la isla de Santo Domingo, uno de los epicentros de las masacres de indígenas iniciadas por Colón, otro con estatuas derribadas, pronunciándose sobre si era ética la conquista en esos términos oprobiosos, pues la condición humana que también era un atributo indígena iba de la mano con su libertad. Urdaneta era agustino, De las Casas y Montesinos eran dominicos.
Monumento a Urdaneta en Ordizia, País Vasco

Epílogo

En realidad, también quería mencionar a Domigo Choc Che, indígena maya asesinado el pasado 6 de junio en la comunidad de San Luis, departamento del Petén, en Guatemala. Choc Che tenía un “conocimiento profundo de las plantas, de las oraciones que hacía, una formación que traía desde su infancia, de sus abuelos maternos y que fue cultivando hasta convertirse en un experimentado”, explica el también guía espiritual Rolando Quib. Y es que el abuelo Domingo, como también se le conocía, también formaba parte de investigaciones científicas sobre medicina maya, que en colaboración con universidades europeas, buscaban la creación de literatura médica sobre el ancestral conocimiento maya de las medicinas naturales, evitando que biopiratas patenten esos ancestrales conocimientos y lucren con eso, tal y como pretenden hacer algún día las clínicas privadas peruanas con la salud de los pobres que se atreven a ingresar por coronavirus o por cualquier emergencia a sus antros de lujo y lucro. Domingo, sabemos enfrentó también un contexto en el que a la pobreza material de los guatemaltecos se le ha unido la pobreza espiritual que la infinidad de iglesias de carácter evangélico y mal llamadas protestantes, importadas de yanquilandia, que pontifican sobre la Teología de la prosperidad, y que lograron convencer a los asesinos de Domingo de que era un brujo y uno muy temible. No interesa si se combinaron los intereses de los biopiratas y los de los evangélicos, o si fue un laboratorio rival de esas universidades europeas el que con su muerte saboteaba otro esfuerzo auténtico de preservar la medicina del pueblo que es para el pueblo. Domingo Choc Che, maestro, guía espiritual y experto en plantas medicinales y saberes ancestrales mayas, ha muerto cobardemente asesinado. Domingo sí merece una estatua.
Pequeño homenaje a Domingo Choc Che


2 comentarios:

  1. Yhanara Julieth Espinoza Tarrillo 3B:
    Mi opinión sobre este tema es que es verdad hay monumentos o estatuas de héroes o algo importante, pero hay otras personas que hicieron algo bueno o mejor, para el mundo o su país y aún así no son reconocidos o ni les dan una estatua y también en el mundo al existir gente mala asesinara a alguien que era bueno pero al no poder salvarlo se muere y si era importante a todos le si importan, sale en noticias,etc...Pero si no era nadie importante solo sufre su familia y hasta ni llega a salir a la luz de la injusticia de su muerte

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  2. Las estatuas han sido un elemento constante en muchas culturas y sociedades. Con ellas, imitando modelos reales, se intenta evocar a dioses, personajes, o conceptos como la libertad y la justicia.
    Lo que el concepto de la estatua inspira ha sido incluido en obras creativas, desde el juego infantil "las estatuas de marfíl", hasta la ópera Don Giovanni de Mozart.
    Pero también pudo haber más personas buenas que se sacrificaron por su país y no fueron reconocidas por lo que hicieron.
    También pudo haber varias personas que recibieron reconocimiento, pero no hicieron acciones buenas para su país.
    Alumna: Marcas Chipana, Rubí
    Grado y sección: 3C

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